jueves, 25 de noviembre de 2010

UNE

Definitivamente, claustrofóbica no soy. Me paso media vida sumergida en las entrañas del metro. Desde mi época de juventud en la facultad, ya iba yo kilómetros arriba, kilómetros abajo. Más tarde por motivos de trabajo fue otra línea, pero igualmente kilómetros arriba kilómetros abajo, varié unas cuantas veces de empresa pero nunca varié de parada de metro en la que debía bajarme. Si acaso variaba de salida, en función del destino, pero parada la misma, Diagonal.
Por amoríos varios he sido más de coche (el de los amoríos, no el mío, que yo no gasto de momento semejante utensilio), pero por amores de verdad más bien el tren o a pie, que también se dio el caso. A día de hoy de nuevo kilómetros arriba y kilómetros abajo, y tan contenta que me cruzo la ciudad…
Es que en el metro pasa de todo, bueno y malo, como en todas partes, vaya perogrullada que acabo de soltar, diréis, pero es que hay quien no se cree lo que acabo de decir porque lo más emocionante que le ha ocurrido en el metro es que las puertas no se abran al llegar a una estación y el metro continúe como si tal hasta la siguiente… no, si os fijáis bien y vais con los ojos bien abiertos, pasa de todo.
Hoy sin ir más lejos, ha pasado que me ha dado un ataque de risa, la gente obviamente no sabía por qué pero yo sí. Ayer en clase de Gestión de la calidad estuvimos hablando de las famosas normas ISO (para mí Iso es otro tipo de norma, pero os lo cuento otro día más adelante, si no os importa…). Bien, pues los nombres de las normas de calidad en España comienzan con las siglas correspondientes UNE, y UNE es Una Norma Española. Increíble la llaneza, cuando ayer lo explicó el profesor casi me caigo de la silla por la risa. Todos nos reímos, por supuesto, pero yo más, porque es extrañísimo que un artículo forme parte de las siglas… y ahí es donde me entró la risa, me puse roja, no podía parar, me puse a llorar de la risa y aunque mis compañeros ya han comprobado que soy persona muy risueña, ayer lo acabaron de confirmar… y claro, hoy iba en el metro tan contenta y cuando ha venido la escena de ayer a mi cabeza, me he puesto a reír a carcajadas otra vez. Lo malo es que aquí no tenía contexto, así que la mayoría habrán pensado que estoy loca… pero no.

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