sábado, 28 de enero de 2012

Jobs

Empiezo el final de mi trilogía sobre el trabajo ‘job’ agradeciendo el juego de palabras a una de las aparentemente más influyentes (me niego a llamarle genio) personas de las últimas décadas, Steve Jobs.
Gracias a quedarme sin trabajo hace poco más de un mes, pude entrar en uno nuevo al cabo de apenas una semana, y fue gracias al nuevo trabajo y lo lejos que lo tengo de casa (una horita, no está mal) que he retomado mi gusto por la lectura.
Una de las primeras ventajas que le encontré al e-book que me regalaron fue la de no tener que cargar con súper pesados libros que en la estantería quedan de maravilla, pero tanto en tu bolso como en tu espalda causan deformaciones. Bien, pues el primer libro que decidí leerme fue la voluminosa biografía de Steve Jobs. Poco me ha durado porque ciertamente es muy amena y como mejor o peor todos conocemos un mac, un ipod, un iphone y una manazana, pues se lee muy bien.
Yo no tengo ni mac, ni ipod, ni iphone, pero sí tengo unas manzanas en el frutero que me encantan.
Comer fruta es imprescindible. No le gusta a todo el mundo, lo sé, pero hay que esforzarse si ese es el caso e introducirlas en la dieta diaria. Eso y las verduras, te salvan media vida, la otra media es el resto de la alimentación variada y la guinda la pone una buena sonrisa.
Chicos, hacedme caso, optimismo es el mejor remedio para todo, pero en especial para los momentos difíciles.

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