jueves, 14 de febrero de 2013

Amén

El Papa de Roma ha dimitido. La noticia del año, sin duda alguna. ¡Y solo estamos en febrero! Por lo insólito del caso, esa dimisión me parece sencillamente espectacular.

La máxima figura de la Iglesia Católica en la Tierra no se ha visto con fuerzas suficientes para seguir desarrollando su trabajo y se retira.

Le honra dicha acción, cuántas personas deberían hacer lo mismo y no lo hacen. Tienen mil años y no se retiran. Bueno, en realidad le hubiera honrado más no presentarse a la elección, porque tiene tela que los papas sean elegidos cuando los demás estamos deseando jubilarnos, pero ya que tienen esas normas, que las cumplan.

Yo no soy religiosa, pero el día de la fumata blanca, estaré pendiente de los medios de comunicación, como si en vez de un Papa, de ahí fuese a salir el hombre de mi vida.

Daría lo que fuese por estar en la Plaza de San Pedro ese día, porque ya me pareció espectacular cuando estuve sin fumata, con que rodeado de miles de personas y al borde del humillo, tiene que ser una auténtica obra teatral elevada a la máxima potencia.

Vuelvo a repetir que yo muy religiosa no soy, pero los espectáculos sí me gustan, y veo que las parafernalias que utilizan son de una magnitud tal que no puedo menos que admirarla en casi todo su esplendor (todo tiene un límite…).

Le deseo buena vida al hombre que ha sabido ponerse en su sitio y darnos la oportunidad de no esperar 10 años más a vivir otro espectáculo de humos.

Aprovecho para saludar al amor de mi vida, al que sin pretenderlo le he hecho aparecer de una chimenea unas líneas antes, y que un 14 de febrero, gracias al santo más romántico, Valentín, no puedo dejar de mencionar :-D

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