Esta mañana he tenido la oportunidad de ver con mis propios
ojos el Airbus-380 que ha llegado a Barcelona, bastante puntual por cierto, que
llegaba por primera vez a España, con motivo del Mobile World Congress de 2013.
Es un ingenio impresionante, debo reconocerlo. Por la que yo
llamo ‘autopista del cielo’ se veían llegar los aviones uno detrás de otro esperando
su turno para aterrizar, pero cuando ha asomado el A-380 la diferencia era
evidente incluso en la más lejana de las lejanías que el ojo humano puede vislumbrar.
Los pares de ojos humanos que en las cercanías del
aeropuerto del Prat nos hallábamos era muy superior al que suele haber
cualquier domingo, probablemente superábamos los dos mil, quinientos para la policía
;-) pero los ojos inhumanos (me refiero a las cámaras de los móviles) que estaban siendo testigos del momento eran casi
los mismos. Me he quedado muy sorprendida por la cantidad de personas que
preferían ver la realidad a través del ojo falso en lugar de verla con sus
propios ojos. La escena era como os cuento a continuación:
Las personas sostenían el móvil con sus manos, en ese momento el avión
impresionante pasó sobre nuestras cabezas, las personas pararon la grabación y
cuando el avión aterrizó y todos estábamos satisfechos por lo que habíamos
visto, constaté que muchas personas seguían sin levantar su cabeza del móvil
¡porque estaban comprobando la grabación!
Es decir, esas personas no han visto con sus ojos el avión,
ni cuando se aproximaba, ni cuando pasaba sobre nuestras cabezas, ni cuando
aterrizaba, lo han hecho a través de una cámara. Para eso no hacía falta
acercarse al aeropuerto del Prat. En internet hay montones de vídeos buenísimos
del A-380.
Me resulta muy llamativo ese fenómeno que se produce en la
mente de algunas personas, que aprecian tanto el valor de un ojo ficticio que sin
duda tiene buenísimas utilidades, pero exactamente la de ver, no.
Solo espero que nunca se inventen los labios inhumanos, porque tampoco los querré.
Feliz Mobile World Congress a todos los asistentes. disfrutad de Barcelona con los ojos que queráis.