jueves, 17 de septiembre de 2015

Vitalísima

Hoy me apetece escribiros sobre el paso del tiempo en el cuerpo. Que pase es imprescindible para seguir ahí, pero si nos cuidamos un poquito, pasa mejor.
Todo viene del anuncio de Nescafé Vitalissimo, del que en televisión solo he visto la versión masculina, pero la femenina también está muy acertada. Parece que a los 40 nos empieza a dar la neura del volvernos jóvenes, pero no es exactamente así. Es que por estadística, es el punto más o menos medio de la vida de una persona.
Yo estoy cerca y encantadísima de estarlo, felicísima es poco.
Pero es cierto que a la fuerza a esa edad ya has perdido gran parte de la juventud del cuerpo, cuando te dolían las piernas 'de crecer', cuando no existía una arruga en tu cara o cuando estabas hasta las 6 de la mañana moviendo el esqueleto y al día siguiente te podías levantar a tomar la cervecita del aperitivo con los colegas. Ahora es prácticamente imposible.
Tengo amigos que le han dado fuerte al deporte y se nota, están estupendos, pero no tienen 25 ni los volverán a tener. ¿Y qué, me pregunto yo? A mí me importa un bledo no tener 25, soy muchísimo más feliz ahora y si me hubieran dicho entonces que ahora estaría como estoy, no me lo hubiera creído.
La belleza no está en lo físico, que también, está mucho más allá, está en los instantes, está en las sensaciones, eso es sentirse bien. Se puede ser joven y estar hecho un trapo.
Que pase el tiempo y todos lo veamos, mientras haya risas y una mirada limpia, contad conmigo.
Os dejo con una canción de Lana del Rey, banda sonora de una película que no he visto, que habla de si me vas a seguir queriendo cuando ya no sea joven y guapa... I know you will... ;-)


domingo, 6 de septiembre de 2015

Imagine

Esta semana nos ha golpeado en nuestras televisiones, periódicos y móviles la imagen de Aylan, el niño que murió en el mar cuando su familia huía de la guerra que azota su país, Siria.

Las guerras no sirven para nada, estoy cada día más segura (si cabe la posibilidad de estar más seguro cuando seguro se está). No me valen argumentos mercantilísticos, si sirven para algo útil, que venga alguien a explicármelo, le rebatiré todas y cada una de las veces. Las guerras no sirven para nada bueno a la gente de bien, para nada.

Y el tiempo se ha encargado de demostrarlo, decidme una sola guerra de la que hayamos aprendido que vale la pena seguir guerreando.
(...)
No hay. No la sé, ni que vaya 300, ni 80, ni mil años atrás.
 
Viva la paz, viva la gente que quiere vivir tranquila, vivan si nos dejan vivir.
 
Y hoy os dejo con el archiconocido Imagine de John Lenon, que tristemente parece no caber en la imaginación de mucha gente. 



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