domingo, 2 de octubre de 2016

Física

He oído a muchas personas decir que les gustan las tormentas, sí, a mí también me gustan. Que me fascinan diría yo. Y si van acompañadas de aparato eléctrico, aún fascinan más. No me gustan tanto como para 'perseguirlas', pero sí como para emocionarme cuando las veo y oigo desde casa.

Es la fuerza de la naturaleza, la fuerza de la Tierra. La misma que provoca terremotos, sunamis, un calor asfixiante... bueno, esto último puede que sea más efecto directo del Sol...
 
A mí se me escapan todos esos conceptos, lo reconozco, soy muy escéptica. Nací con algún don, pero el de dominar la ciencia física os confirmo que no. Y confieso que admiro secretamente a las personas que sí la comprenden.
 
Esta semana asistí a una mini conferencia muy amateur sobre física cuántica. La media de edad de los asistentes no debía de bajar de los 70 años, pero creo que no hace falta ni mucha ni poca edad para intentar entenderla, es muy complicada. Descubrir que un gato puede estar vivo y muerto a la vez es apasionante, es otro mundo.
 
Y aunque soy la persona más terrenal que os podáis imaginar, pues siempre he sido más de química que de física; creo que, si algún día me decido a investigar un poco más en ese terreno, un mundo apasionante me puede esperar, otro mundo. ¿Algún entendido en física cuántica entre mis lectores? :-)

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